Según papeles en el Ayuntamiento de Carrascosa de Abajo la segunda parte del “Cantar del Mío Cid” la escribiría un clérigo que vivió en Carrascosa o pueblos despoblados pertenecientes a la diócesis de Sigüenza.

 

Una de las historias que recuerdan los habitantes más ancianos de la localidad ocurrió en la desamortización de Mendizábal, había una finca que subastó la Diputación Provincial a la cual asistió una representación de Carrascosa, con 6000 monedas de plata, las colocaron en los borriquillos bien cosidas y llegaron a Soria mal vestidos y con traza de pobres, cuando se realizó la subasta otros ofrecían 10000 monedas pero no las tenían en ese momento, entonces se dijo que quien pusiera el dinero en el acto se quedaría con la tierra , y todos se quedaron sorprendidos puesto que no creían que los representantes de Carrascosa tendrían ese dinero al parecer tan pobres, estos pusieron esas 600 monedas en la mesa y por lo tanto se llevaron la tierra para sorpresa de todos.

 

El pueblo cuenta con una casa antigua, prácticamente derruida, en cuya fachada hay colocada una piedra tallada del año 1661 en la cual figura en siguiente escrito “En esta casa hizo Juan de Minguenza vecino de este lugar alcalde de la Santa Cruzada Mayordomo del Ilustrisimo Sr. Marqués de Caracena año 1661”

 

También cuentan los habitantes de la localidad que existen unos restos de cercado de piedra llamado (Cerradona), que se usó para recoger a los animales en el asalto al castillo de Gormaz.

La primitiva y rudimentaria iglesia que con su rectangular bóveda y elevado campanario destaca sobre las casas del pueblo, data de finales del siglo XI o principios del XII, pero posteriormente fue reconstruida,construida, por lo que nada tiene que ver con la original, si bien, se ha conservado algún elemento ornamental anterior, incluso el cementerio que siguiendo la tradición de la edad media se encontraba en la explanada junto a la puerta de entrada de dicha iglesia, en el siglo XVII fue trasladado a otro lugar cercano, habilitando dicha explanada para frontón de juego de pelota a mano, y en la actualidad de frontenis.

 

El campanario está realizado  en mampostería, argamasa y maderas verticales formando paños, y la apertura donde se aloja cada una de las dos campanas existentes mayor y menor, adheridas por un yunque de madera, torneada en su parte central; es de sillería de piedra caliza.

 

En el interior de la iglesia se encuentra una pila bautismal del siglo XI o principios del XII , la talla románica de una virgen y el niño del siglo XII. Existen también retablos y santos siendo destacable el retablo mayor dedicado a San Pedro, patrón del pueblo.

Existe una cueva denominada “Cueva de los Niños” en cuyo interior se pueden observar diferentes estalactitas y estalagmitas debido a la erosión del agua, si bien su observación es muy complicada puesto que el orificio de entrada es muy pequeño.
 


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